6 de agosto de 2015

Una boda boho-chic a todo color

Alegre, fresca, desenfadada, muy veraniega. Así fue la boda de Neus y Guillaume. Una boda que tuvimos que planificar a más de 4.000 Km de distancia, porque esta pareja reside al otro lado del Atlántico, en la preciosa Isla Margarita, en el Caribe.



Casados ya civilmente en aquel país y padres de un hijo, su ilusión era poder celebrar su boda junto con su familia y amigos. ¿Y dónde? A medio camino entre el Caribe y Francia: en Masía Durbá.

Esta boda se gestó vía internet. Decenas de correos electrónicos y sólo un par de visitas a la masía para confirmar la boda y el menú. Neus y Guillaume tenían muy claro el estilo de su boda. Colores veraniegos y alegres: rosa fucsia, naranja y amarillo. Colores vibrantes. Nada de colores pastel- nos dijo taxativamente Neus.

Una boda bohemia, pero con un toque “chic”. Vendrían muchos amigos de Guillaume desde Francia y la boda iba a ser muy larga, tenían muchas ganas de verse y de compartir. Un fin de semana largo para disfrutar en la mejor compañía.

Neus y Guillaume són una pareja tranquila. A Neus le encanta coser, diseñar ( el vestido de novia lo diseñó Neus y fue confeccionado por una modista; y el tocado lo hizo ella misma), cocinar y la naturaleza. Guillaume disfruta pescando, jugando en la playa con su hijo y practicando malabares. No iba a ser ésta una boda encorsetada.

La ceremonia iba a ser oficiada por la tía de Neus y un amigo de Guillaume simultáneamente en valenciano y francés, y así se redactaron los coloridos programas para que todos los invitados pudieran seguirla.

Una boda con sabor internacional, con invitados venidos de muy lejos. Un altar muy romántico, de película. Unos novios felices al ver cumplido su sueño: el sueño de una noche de verano.

Emotiva ceremonia con un cuarteto de cuerda interpretando el tema central de la película “Amèlie” para que la novia hiciese su entrada del brazo de su padre. Un momento emocionante.

Y sorpresa mayúscula tras la ceremonia, cuando todos los invitados se arrancaron a bailar sobre el césped al son de una canción del grupo “Queen”. Un flash-mob que dejó sin palabras a los novios!!

Mucha música también durante el banquete. Invitados que cantaron “a capella” o acompañados por una guitarra para obsequiar a los novios.

Y al caer la noche un mar de farolillos de colores decoraban la masía. Un toque festivo y muy mediterráneo.

Y para terminar la fiesta hasta el amanecer. Cócteles, malabares, bromas de los amigos... y un novio que acabó en la piscina -como no podía ser de otro modo- “cazado” por sus amigos.

Photocall y mesa dulce en los tonos de la boda. No faltó de nada para una boda perfecta.

Sólo puedo decir que disfrutamos mucho con esta boda. Una pareja preciosa, una familia encantadora y unos invitados entregados a la diversión que lo dieron todo. Una noche increíble y una boda inolvidable. Disfrutad de las imágenes.







































































































La boda de Neus y Guillaume se celebró en julio de 2014.
Gracias por compartir este día con nosotros.
No cambiéis nunca.
Un fuerte abrazo de la familia de Masía Durbá.

Masía, entorno y restauración:  Masía Durbá
Decoración floral:  Segorflor
Fotografías: cortesía de Neus y Guillaume








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